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La Nutria ha crecido

El tercer dia

Nuestro tercer dia en Roma fue el más descansado. Ya no podiamoscon nuestros pies y decidimo hacer las pocas cosas que nos quedaban para visitar. Así, nos levantamos n poco más tarde, desayunamos tranquilamente y nos lanzamos a la calle de nuevo.

Primera parada la Plaza España. La escalinata estaba todavía sin flores, y al final de la misma la Iglesia estaba en obras, por lo que estaba un poco desmerecida. Desde allí carteles en las esquinas de las calles nos indicaban el camino a seguir: o la Fontana de Trevi, o la Piazza del Poppolo, o la Piazza Navona...Decidimos ir hacia la Piazza del Poppolo, y a medio camino largo nos damos cuenta que hemos cogido la calle al revés. Ese fue el único despiste direccional de todo el viaje, lo cual es un milagro, ya que las calles de Roma son más bien estrechitas y retorcidas. Llegamos a la Piazza del Poppolo. Las fotos de rigor y camino a la Fontana de Trevi, pasando antes por el Mausoleo de Augusto. Una vez en la Fontana, hay que seguir la tradición y tirar una moneda de espaldas para poder volver a Roma. Yo lo hice la primera vez, y como no, allí estaba otra vez con la moneda en mis manos.

A estas alturas del dia, sobre las 12, ya lo habiamos visto todo, al menos lo más importante, y lo que nuestros pies nos permitian, así que decidimos sentarnos en una terraza de la Fontana, a riesgo de ser sableadas por una coca-cola, cosa que pasó efectivamente. Sin embargo, aprovechamos bien nuestros asientos y estuvimos alli un buen rato observando a la gente pasar, y lo curiosos que son los japoneses, que por otro lado, parecia que los habian soltado en manadas.

De la Fontana a la residencia del presidente de la República y de allí otra vez a la columna Trajana y el monumento de Vittorio Emanuelle, donde esta vez decidimos subirnos. Más escaleras...

Ya fatigadas, destrozadas por el calor y el cansancio, nos sentamos a comer por unas callejuelas del centro, cerca de la Piazza Navona. Me tomo el último capuccino auténtico, y nos dirigimos hacia la zona del Vaticano a hacer la compras de rigor.

Sobre las 5 volvimos al hotel, y si no recuerdo mal, ya no nos movimos ese dia.

 

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