Blogia
La Nutria ha crecido

El destino

Está claro que cuando estás en una fase de tu vida en la que necesitas aclararte, poner la cosas en su sitio, el destino se empeña en jugarte malas pasadas, que hacen que te plantees si realmente quieres olvidarte de todo, o es sólo una cabezoneria tuya, como muchas otras que tienes.

Así te vas a tu página principal del correo y te plantan entre lo más buscado en internete, el proyecto ITER. Y algo hace que me quede mirando estas palabras y me acuerde otra vez de ti. O que esté en el curro, tranquilamente concentrada en lo que hago, para variar, y entre varios correos de personas del curro encuentre ese nombre, tu nombre, y ya me desconcentre para el resto del dia. O que escuche una canción, esa canción, que me está hablando de ti, y que logra que mis ojos se enjuaguen. O que abra mi monedero y encuentre las entradas de la primera vez que fuimos al cine. O que vea un ambientador colgado de un coche y recuerde ese dia cuando me sorprendiste porque tu recordaste que ese ambientador colgaba de 'mi' coche. O que me toque el pelo un momento, para peinarlo, y me acuerde de aquel dia me lo tocaste tú en el coche. O que alguien me esté hablando, mirándome a los ojos, y yo sólo pueda recordar tus ojos cuando me miraban. O que cada vez que veo el anuncio de esa marca de relojes, me acuerde del que llevas tu, con la esfera azul. O que navegando por internet descubra el concierto de un grupo que no había oido en mi vida, pero del que tu me hablaste aquel dia camino de tu casa. O cada vez que subo a mi coche y recuerdo una de entre las razones por las que debia comprame el coche, según mi madre, era que así te podía llevar a tu casa sin tener necesidad que pedir el coche a nadie. O que cada día pase tan cerca de ti, que tengo que controlar mis ganas de desviarme una sola calle de camino a casa para verte. O que en mi móvil estés la segunda de la lista y cada vez que voy a buscar un número aparezca tu nombre. O que esté buscando un libro en mi estanteria, y encuentre esos dos que todavía no te he devuelto. O que vaya a la FNAC con mis sobrinos y se planten justamente delante de la colección de ese cómic japonés que tanto te gusta. O que un compañero de trabajo se haya comprado un piso en la misma ciudad a la que vas a vivir tu. O.....O......O.......

Y yo sé que esto sólo me pasa a mi, y es cosa mia, pero dime si el destino no es un poco cruel a veces. Así no se vale, así no juego.

0 comentarios