Io non capisco niente

A veces es complicado entender a la gente que te rodea. Bueno, a veces no, siempre. Porque básicamente ni nos entendemos a nosotros mismos, así que pretender entender a los demás viene siendo una utopía.

Qué fuerza extraña o externa hace cambiar a una persona de la noche a la mañana de opinión? Qué hace que un día te diga una cosa, y al día siguiente otra? Qué hace que un día te busque, y tu lo sepas, porque lo sientes, porque lo notas, y al día siguiente te rehúya?

Supongo que lo mismo que hace que una se prometa no volver a caer en un juego, del cuál ya conoce el final, y a los cinco minutos estar de cuatro patas metida en él. 

A ciertas personas hace tiempo que pretendí no entender más, aunque me lo ponen difícil. Seguiré en el intento...