Crónica de un cumpleaños (casi) perfecto

17-abril- 00.00 h: me voy a dormir con el estado de ánimo bastante bajo,  triste. Hay situaciones que a veces te superan, duelen, sin darte cuenta, y esta me causó una gran tristeza.

17-abril- 7.30 h: me despierto un poco más animada, pero aún así mi estado de ánimo no es para tirar cohetes, y menos para el día que es hoy. 

17-abril- 8.20 h: mejoro un poco al escuchar tu voz. Que largo se hará el día hasta poder verte.

17-abril- 12 h: la mañana transcurre lentamente, pero mi ánimo se va aligerándose, porque cada vez falta menos para verte. 

17-abril- 18.10 h: salgo pitando del curro, para llegar a casa, que me den los regalos y poder prepararme para por fin verte.

17-abril- 19.15 h: al fin ha llegado el momento de encontrarte. Bajo las escaleras corriendo, saco la nariz por la ventana de la puerta y te veo, y cuando salgo por el portal lo que me espera es esa sonrisa que levanta mi ánimo. Lo que necesitaba, lo que llevaba esperando todo el día, desde las 00.00 h, en que me felicitaste la primera vez. 

18-abril- 00.00 h: te dejo subiéndote a tu moto, camino a tu casa, agradeciéndote con la mirada, sino lo había hecho ya antes de palabra, que hayas compartido este día conmigo, y que estés a mi lado, y en mis sueños y en mis pensamientos cada día.

Que por qué casi perfecto?? Porque habría sido perfecto si hubieras amanecido hoy a mi lado