El lumbreras

En todas partes hay el típico lumbreras, aquella persona a la que le pagan para pensar con el miembro sobre el que se sienta, y además se cree que lo está haciendo bien.

Pues este verano nos ha tocado el lumbreras de la temporada en el curro. Que digo de la temporada, yo diría que del año o incluso de la década. Es aquel que ha creido conveniente cambiar todo el sistema del aire acondicionado en verano, porque total, en agosto es cuando menos gente hay trabajando..., y claro, acabará resultando que en invierno tenemos el aire frío a todo trapo para no notar cambios de temperatura con el exterior...no te jode...

Pero el caso es que ahora no estamos en agosto, y el aire no funciona y el despacho parece un parque eolíco, con ventiladores por todas partes, que reparten el aire caliente que generan ordenadores, luces y 40 personas penitentes, porque a un lumbreras se le ha ocurrido que ahora era el mejor momento para el cambio. Y es que se hace tarea harto complicada hasta el mero hecho de respirar y no sentirte ahogada en el intento.

Si me encuentro con el lumbreras le pego una patada en su miembro pensante.

 

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