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La Nutria ha crecido

Partidos que hacen afición

Hoy que tenía a toda la familia desperdigada, fuera de casa, unos en la playa, otros a ver un partido de futbol, he decidido ir yo también a ver dar patadas al balón, pero en esta ocasión sola. Básicamente, y para resumir, mi padre siempre ha pertenecido a un equipo de futbol de tercera regional y siempre los hemos seguido asiduamente (aunque este año sólo he ido a 2 o tres partidos). Yo creo que casi debí nacer en un campo de futbol... En fin, que hoy mis padres han ido a ver uno de los dos partidos que se jugaban, y yo he decidido ir a ver el otro, el interesante, ya que se jugaban la promoción, además contra los eternos rivales del barrio, que no se jugaban nada, pero aunque fuera para dar por..., para fastidiar, ya estaban bastante motivados. A todo esto, añadimos que el otro equipo que se jugaba la promoción jugó ayer y ganó, con lo que hoy teniamos que ganar por narices, jugando contra 11 y contra todo el público que se ha reunido en esta maravillosa mañana soleada de mayo.

Suerte que jugaban cerca de casa, en pleno centro de la ciudad hay un campo de futbol, por lo que he ido caminando. Llego y marcamos el primero. Bien. Dos minutos después penalti en contra y empatan. Mierda. Poco antes de acabar la primera parte marcamos el segundo. El ambiente se va caldeando en las gradas y en el campo. Termina la primera parte. 2-1. Hay que aguantar. Empezamos la segunda parte presionando y el portero suyo para lo imparable y lo indecible. Se quedan con 10 porque les explusan a uno. Bueno, parece que todo está de cara, pero a los 5 minutos nos empatan y el público estalla. Es increible lo que se tiene que aguantar en estas categorías. La gente esta mal de la cabeza. Pasan los minutos, empiezan las faltas, las tarjetas, los piques...las provocaciones. Los del equipo que jugó ayer y tambien se la jugaban empiezan tambien las provocaciones... Pasan los minutos y estamos perdidos, por resultado y por juego. Llegamos el minuto 90 empatados, el arbitro alargará 4 minutos. Bueno, a esperar el milagro. Y cuando quedan dos minutos falta al borde del area a favor nuestro. Centran, barullo en el interior del area y gol. Madre mia. No se puede expresar lo que sigue al gol. Gritos, aplausos, explosión de felicidad y emociones, ’cucarachas’ de algun jugador dedicadas al público y, por que no reconocerlo, también insultos, cortes de manga y de todo. La verdad es que no he podido ver todo lo que ha ocurrido porque yo solo he podido gritar gol y aplaudir.

Al final, pita el arbitro y hemos conseguido la promoción. Es de esos partidos que, aunque no te guste el futbol, no puedes evitar emocionarte y sufrir. Ahora sufro las consecuencias de dos horas al sol. Y la cabeza me estalla, pero ha valido la pena.

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