A decir verdad...

A ver, no nos engañemos. Las redes sociales más que para socializar con la gente que no está cerca o con la que te ves menos por diversas razones, sirven principalemente para cotillear la vida de los demás. Buscar a gente que hace siglos que no ves y ver el cambio que han hecho, y pensar a tus adentros: ’ Pues vaya, si que le ha ido bien la vida’ o ’ uf, que mal que está esta, por dios’ o ’a a ver a quién tiene agregado??’. Total, que lo usas para mirar pero nada más, y la mitad de veces no agregas a las personas, porque si hace tanto que no hablas con ellas, o que no las ves, es por una razón, digo yo. Recuperar viejos amigos de la escuela, a los que literalmente hace 20 años que no ves...¿para qué? Si hace tanto que no los ves, aún viviendo casi portería con portería, es por algo, carajo!!

En fin, que cuando una de estas personas, a pesar de tus medidas de seguridad para que no te localicen, te localiza y te agrega, ¿qué haces? Porque por un lado piensas : ’no no, no quiero agregarla, porque no le interesa para nada mi vida, ni lo que hago o dejo de hacer, ni con quien entro o salgo’...Pero por otro lado, tu parte cotilla piensa: ’aunque si la agrego podré ver qué ha sido de su vida, a quién tiene agregado, ver con quién entra y sale...’ ¿Realmente vale la pena? Si tus amigos del cole dejaron de serlo en cuanto se acabó el colegio, ¿son realmente tus amigos?¿Vale la pena recuperar el contacto?

Las redes sociales, esas armas de doble filo...